La Asociación celebra la potencialización de los combustibles renovables y aboga por maximizar la utilización de biocombustibles para la desfosilización de todo tipo de transportes, pues representan una “alternativa sostenible y viable, de aplicación inmediata, con enormes beneficios medioambientales y para nuestros territorios”
La Asociación Española de Biocircularidad (BIOCIRC) expresa su apoyo a la Orden del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico TED/728/2024, de 15 de julio, publicada el 16 de julio en el Boletín Oficial del Estado, que establece un nuevo mecanismo de fomento de biocarburantes y otros combustibles renovables con fines de transporte. Esta normativa avanza hacia el objetivo de alcanzar un 29% de energía renovable en el sector del transporte para 2030, alineándose con los compromisos europeos y nacionales de sostenibilidad y transición energética.
BIOCIRC valora positivamente la inclusión por primera vez de sectores como la aviación y la navegación en el objetivo de renovables. La Orden establece que cada unidad energética consumida en el aire o en el mar tendrá un multiplicador de 1,2 sobre la consumida en tierra firme en el cómputo a los objetivos europeos de renovables. Y este multiplicador será de 2 en el caso del biogás, el hidrógeno y los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO, según sus siglas en inglés). A este respecto, la Asociación considera que, en el contexto actual, es preciso impulsar todos los usos de los biocombustibles y combustibles sintéticos, dada la enorme ambición de la Directiva de Renovables y de los Reglamentos ReFuelEU Aviation y FuelEU Maritime; de lo contrario, no será posible alcanzar los objetivos establecidos.
Margarita de Gregorio, CEO de BIOCIRC, destaca que “los biocarburantes y otros combustibles renovables de origen no biológico para todos los tipos de transporte son una respuesta clave a una transición ecológica efectiva, ya que están demostrando ser una solución viable y de aplicación inmediata para reducir la demanda de los combustibles fósiles y de la dependencia energética exterior, lo cual resulta estratégico no solo por motivos geopolíticos, sino para la reindustrialización de áreas rurales”.
Las medidas recogidas en esta Orden también pretenden reforzar la seguridad jurídica y potenciar los proyectos en curso en España, en ámbitos como la producción de combustible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), donde se prevé una capacidad de 1,6 millones de toneladas para 2030, o de e-metanol para buques, con varias iniciativas que convertirán los puertos españoles en referentes internacionales.
Para la CEO de BIOCIRC es fundamental que “España aproveche sus capacidades en cuanto a sus recursos renovables, pues somos el tercer país europeo en superficie forestal arbolada y el que cuenta con un mayor incremento de superficie de bosques, lideramos la producción hortofrutícola y somos los mayores productores de aceite de oliva del mundo y de ganado porcino en Europa, por lo que disponemos de materia orgánica suficiente para construir una industria competitiva, además de otras fuentes renovables cada vez más abundantes como el hidrógeno, metanol, etc.”. Para De Gregorio esta apuesta de producir y generar un mercado de biocombustibles para todos los modos de transporte supone un “objetivo estratégico de país”, pues persigue las metas de transición ecológica y trabaja complementariamente en la cohesión del territorio, a través de su industrialización y al ser los agentes de los sectores primario y secundario fundamentales en el proceso.
Aspectos destacados de la Orden
Fomento de nuevos combustibles. A partir de 2025, el biogás, el hidrógeno y los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO, según sus siglas en inglés) se incluirán en el cálculo de los objetivos de combustibles renovables, valorando cada unidad energética al doble de los biocarburantes tradicionales para incentivar su producción y consumo.
Impulso a la aviación y la navegación. Se incluyen estos sectores en el cálculo de los objetivos europeos a partir de 2024, con un multiplicador de 1,2 sobre la energía consumida en tierra, para incentivar el uso de combustibles renovables en sectores de difícil electrificación.
Refuerzo del Sistema de Certificación de Biocarburantes (SICBIOS). Se introducen mejoras y flexibilizaciones en la certificación, para una mayor adaptabilidad para los agentes del sector.
Prohibición de biocarburantes con alto riesgo de ILUC. A partir de 2025, se eliminará la posibilidad de cumplir los objetivos de renovables mediante biocarburantes obtenidos a partir de materias primas con alto riesgo de cambio de uso de la tierra (ILUC, por sus siglas en inglés).
Potencialización de proyectos nacionales. La orden prevé un fortalecimiento de la capacidad productiva en España, con una proyección de 1,6 millones de toneladas de combustible de aviación sostenible (SAF) para 2030 y el desarrollo de e-metanol para buques.