elEconomista.es ha entregado el VI Premio José Echegaray a Antonio Brufau, en una gala celebrada en el Hotel Four Seasons de Madrid. «Dar biocombustible es dar respuesta a gente que no puede pagar el vehículo eléctrico«, ha señalado Brufau al recoger el galardón. En esta sexta edición, el periódico ha querido distinguir la trayectoria y la figura del reconocido empresario español, una de las figuras más destacadas del sector energético que ha impulsado la transformación de la petrolera en multienergética desde que asumió su presidencia en 2004.
Brufau ha hecho un recorrido por su carrera, recordando dos etapas muy diferenciadas de su paso por la compañía, con las dificultades de los primeros años por su exposición a Argentina. Mirando al futuro, recordó la importancia de garantizar la sostenibilidad, no solo en el sentido medioambiental, también en el económico y su apuesta por el desarrollo de diferentes tecnologías que deben cohabitar. «Nuestra estrategia es ser multienergética», apuntó. «Estos conceptos no estaban en la sociedad hasta hace muy poco y es necesaria la sensibilidad, el sentido de anticipación«, ha reconocido.
«El mundo necesita petróleo y gas de fuentes renovables. Quizá en Bruselas no entienden muy bien qué significa esto, pero en África, Asia y otras zonas del mundo sí se entiende«, ha señalado Brufau al recoger el galardón. «Continuar suministrando petróleo y gas está en nuestro ADN. Estas políticas no está llevando a costes del gas inasumibles para mucha gente. Hemos obligado a muchos a volver al carbón cuando el carbón debería ser la única que se quitase».
En los últimos años, Brufau ha puesto el foco en la necesidad de llevar a cabo de una transición energética que no contemple solo la electrificación. Para ello, en su último Plan Estratégico 2024-2027 la firma prevé destinar unas inversiones de capital a proyectos bajos en carbono de entre 5.600 y 6.600 millones de euros. Todo ese desembolso irá destinado a tecnologías de perfil ‘verde’, como son las renovables, biocombustibles, hidrógeno renovable, combustibles sintéticos, productos químicos bajos en carbono, tecnologías de captura de carbono y geotermia, entre otros proyectos.
Desde hace veinte años se anticipó al que ahora es el presente del sector, en la transformación hacia un modelo multienergético, enfocado en la descarbonización y estableciendo una política energética propia.